Pequeñas decepciones y una gran alegría.

PD1: Acudo a Day a Day a copiarle a mi prima Carolina el bolso de bandolera de piel que parece salido de uno de los anuncios rich-hippy-folk de Gucci de esta temporada y se ha agotado.

PD2: Compro un regalo a una amiga en Sephora. El dependiente con una sonrisa que dice “mira que espléndido soy” en vez de muestras me regala un neceser de plástico cutre de una conocida colonia. En serio, las casas de cosmética de alta gama deberían cuidar más los regalos promocionales, muchas veces desacreditan la imagen.

PD3: Voy a cenar a Loft 39 y me gusta la cena, el servicio y la decoración pero la carta no me sorprende. Llevo un año buscando una carta donde no figure el risotto y la hamburguesa (aunque sea versión sofisticada) pero no lo encuentro.

PD4: En el barrio se siguen abriendo tiendas chulas. Esta semana Marc by Marc Jacobs (Bárbara de Braganza esquina Marqués de la Ensenada). Al final van a tener razón las revistas y esto se va a convertir en el SoHo madrileño. Yo sueño con ello y con que desaparezca la hortera discoteca SpeakEasy y abran una mega tienda de Prada como en NY. Bueno, volviendo a Marc, la tienda hay que verla, el interiorismo muy cool, como el público. La ropa en negro, rosa fluor y verde chillón entre ochentera y look niña bien no me convence. No sufro ningún flechazo y eso que iba predispuesta.

Gran Alegría: el jueves se inaguró el atelier de JORGE ACUÑA (c/ Almirante 11. Primera planta). Mis Manolos et moi estuvimos allí maravillándonos ante las preciosas creaciones de fiesta tipo Balenciaga-de la Renta de este diseñador gallego. En breve un post sobre este nuevo espacio de lujo.