
Descubrir los restaurantes, cafés y tiendas de cada barrio con las guías gratuitas "CONVIDA". Sus portadas son irresistibles.

Pasar un día en la Fundación Calouste Gulbenkian donde se exponen 1000 piezas en maravilloso estado de conservación de las 6000 (de Egipto al s XIX) de la colección que el señor Gulbenkian atesoró a lo largo de su apasionante vida.
(Diana Cazadora de Houdon era su escultura favorita)
Merendar en el Salao de Chá de la Confeitaria Nacional, fundada en 1829 y que continúa en manos de la misma familia.

Andar por las calles empedradas donde los conductores respetan a los turistas despistados, paran siempre en los pasos de cebra y a penas usan el claxon.
Cena en la brasserie Flo (hotel Tívoli) para disfrutar de una rica comida y un servicio excepcional y café en la terraza. Las vistas del castillo de San Jorge, el río y la ciudad iluminada son únicas. Aquella noche además había una hermosa luna llena.
La minúscula y preciosa tienda de guantes de piel fina y a precios razonables Ulisses que me recomendó Carmen y que le agradezco muchísimo porque es inolvidable.

1 comentario:
guauuuuu adoro lisboa! el marío va muy a menudo,y yo he aprovechado alguna vez para visitarla!
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