viernes, 10 de septiembre de 2010

Noche de la moda

La idea de la noche de compras es muy buena y Vogue y las tiendas se volcaron ayer en hacer vivir a los amantes de la moda una noche muy especial. Pero ¿consiguieron su objetivo de ventas? Las calles del Barrio Salamanca parecían un casting de Gossip Girl. Chicas de 15 a 20 sonreían de felicidad por haber entrado a Chanel y llevarse un regalito, o por haberse hecho una foto con el imponente Miguel Angel vestido por Missoni, o tomarse algo en Dolce & Gabbana.

Bolsas de compras no vi ni una. A lo mejor las clientas acudieron a primera hora. Yo estuve hasta las once y media de cóctel en Yanes (Goya 27), sintiéndome Rania de Jordania. Tienen una colección nueva de la línea Yanes Young preciosa y asequible (y todo hecho en Madrid).

Pero al salir de allí y recorrer, a toda la velocidad que los diez centímetros que me calcé me permitieron, las calles que estaban llenísimas, pude observar el ambiente y terminar la fiesta en la marchosa terraza de Missoni (dj + cócteles de Grey Goose).

Es cierto que a las tiendas se les da publicidad porque toda la prensa habla de ellas, pero ¿eso repercute en más compras? Porque hasta que las jovencitas, que inundaron las calles de la VFNO, adquieran el nivel adquisitivo suficiente, hay que vender muchas colecciones.

Por cierto muy uniformadas: vestido marinero minifaldero con taconazo o disfraz de gladiadora. Y todas melena interminable.

La mejor: mi amiga Lola con su vestido negro con escote asimétrico de Diane von Furstemberg pero no me deja publicar la foto...

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