So You en los Prix de la Moda Marie Claire

Llego a los premios Marie Claire al mismo tiempo que Nieves Álvarez y pienso: buena señal. Ella, como siempre guapísima y con esa forma de andar que parece que el suelo se adapta a sus pasos….El photocall de cerca pierde todo su glamour, la palabra es follonero. Muchos fotógrafos, famosos que pululan sin orden ni concierto, ruido…Los hombres de smoking y las mujeres muy elegantes de largo, aunque pocos modelos destacan porque van casi todas de oscuro. Yo me he puesto taconazo y veo a mucha gente bajita, lo que quita algo de prestancia a los modelos…

El edificio, la residencia del embajador, es realmente un sitio precioso. Yo creo que algunos querrán ser embajadores sólo para poder vivir aquí.

Empieza la gala y suben al escenario los premiados: Ángel Schlesser, muy tranquilo y educado; Elie Saab, muy escueto y tímido; un modelo inglés alternativo, Tony Ward, no es muy guapo (suspiros por Velencoso que ganó el año pasado) pero tiene un punto interesante y hace un discursito gracioso; Elisa Sednaoui más mona en la tele que luego al natural; Haider Ackerman cuya musa es la extravagante Daphne Guinness; la novia de Ronaldo y, por fin, Tilda Swinton.

Es espectacular, bastante alta, con taconazo, muy estilosa de pantalón, una piel increíble, un acento inglés genial con esa voz un poco cavernosa y nos dice que lo importante en la vida es la compañía, los amigos y disfrutar y que disfrutemos…La verdad es que transmite personalidad y fuerza. Ya sabemos que a los famosos los dotamos directamente de un cierto aura y, como lo saben, su actitud es más segura y se nota pero ella va más allá. Yo creo que en una fiesta de gente normal destacaría. Por cierto, ¿a quién dio el premio el embajador?, a la modelazo Irina Shayk. Seguro que vio la lista y dijo, yo a ésta.

Hablo con la presentadora Mónica Carrillo. Muy mona, simpática y de conversación inteligente. Me cuenta cómo preparan un telediario y que nadie le dice qué hacer o no ó que estilo darle, muy interesante.

Al final del café salimos a otra sala a tomar una bebida y ahí tengo mi momento de gloria. Me presentan a Aitor de Ailanto; simpatiquísimo y te habla como si te conociera de siempre. Nos cuenta que ha empezado la colección para Cibeles, que se le ha olvidado la chaqueta del smoking y que lleva una de traje (yo ni me había fijado, iba muy elegante), muy natural y encantador, sin vanidad.

Pero mi momento de gloria no es que me estuviera de agradable conversación conmigo durante largo rato, sino que al presentarme, vi cómo fichaba mi estilismo y, no sé cómo explicarlo, ¡me dio su aprobación!

(Gracias a Miss No Jeans por compartir con todas las lectoras de So You! su particular noche de los Prix Marie Claire)